lunes, 22 de octubre de 2012

En el estudio







La música con un ritmo lento, provoca un descenso de los ritmos cardiaco y respiratorio, beneficioso para el cuerpo y la actividad cerebral.

La mayoría de las piezas musicales presenta el inconveniente de que atraen la atención hacia ellas mismas, incluso las clásicas. La gente supone que la música clásica, como no tiene un compás fuerte y simple, debe ser la música de fondo ideal para el estudio u otra  actividad mental, esto no es necesaria mente así: la música clásica también puede distraer

La música pop, tecno, rap, etc., tienden a ser peores, llevan la tensión incorporada, debido a que la progresión de acordes y la melodía generan una necesidad de resolución y éste es un factor decisivo musical conocido en el oficio como el “gancho”; es decir, la parte de la canción que incita a escucharla una y otra vez.

En cuanto al aprendizaje con música, ésta actúa poniendo al oyente en “estado de concierto”, en el que uno está físicamente pasivo, pero mentalmente despierto. Cuando nos encontramos en el “estado de concierto”, el aprendizaje se convierte en un proceso relajado, más que en un ejercicio consistente en embutir informaciones en un cerebro que no es receptivo.

Para estudiar, vos debes elegir la música que puedas oir sin distraerte, es decir, la música que seas capaz de oir de fondo sin que tu atención se distraiga siguiendo la melodía o el ritmo.





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